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June 14, 2016
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Posted by NCID

Chris Papageorgiou, del Fondo Monetario Internacional, participó en elV NCID Research Workshop, organizado por el Navarra Center for International Development de la Universidad de Navarra y la Fundación Ramón Areces los días 6 y 7 de junio en Madrid.

Impartió una conferencia titulada ‘Mejora de las exportaciones, ¿una clave para el desarrollo?’, en la que presentó un estudio que desarrolla nuevas estimaciones de calidad de la exportación, abarcando 178 países y cientos de productos de exportación en el periodo 1962-2010.

Chris Papageorgiou es jefe adjunto en la Unidad de Renta Baja del Departamento de Estrategia, Políticas y Evaluación del Fondo Monetario Internacional. Desde su incorporación al FMI en 2006, ha trabajado en Uganda, Tanzania y EE.UU., y ha desarrollado trabajos sobre una gran variedad de temas relacionados con los países de renta baja. Su trabajo analítico se centra principalmente en el crecimiento económico y la macroeconomía internacional. Ha publicado numerosos artículos y es editor asociado de las revistas científicas European Economic Review e IMF Economic Review.  

¿Cómo se define la mejora de la calidad y cómo puede implementarse en cada país?

Los incrementos en el ingreso per cápita suelen ir acompañados de una transformación en la estructura de la producción y exportación de un país. Esto puede incluir la diversificación hacia nuevos productos y socios comerciales, así como el aumento de la calidad de los productos existentes. Dicho de manera sencilla, la mejora de la calidad se produce cuando la calidad de los productos existentes aumenta, lo que se mide a través de un precio ajustado de estos productos -por lo general, cuanto más altos son sus precios, mayor será su calidad-.

De acuerdo con la investigación que ha presentado, la calidad institucional, las políticas liberales de comercio y el capital humano afectan a la cualidad del producto. ¿Hay un modo efectivo de integrar todas estas variables de forma exitosa?

En cualquier estrategia de desarrollo no hay una única solución; cada país tiene que priorizar en función de su situación individual. Dependiendo de dónde se encuentra un país en el camino del desarrollo hay diferentes prioridades en cuanto a la mejora de la calidad. Nuestros resultados muestran, sin embargo, que este motor de crecimiento no solo tiene que servir a los mercados emergentes con capacidad industrial y sectores desarrollados de fabricación,  sino también a los países más pobres que están rezagados en el sector agrícola. Pero incluso entre dos países de bajos ingresos, la estrategia puede ser muy diferente. Tanzania puede necesitar centrarse en mejoras de calidad en los mercados de nicho como café orgánico y anacardos, y Vietnam en la fabricación de gama media. Lo que ofrecemos es un conjunto de herramientas para los países para evaluar y actuar según sus propias situaciones.

¿Qué implicaciones tiene esta investigación en cuanto al diseño de políticas?

La respuesta depende necesariamente de si hay fallos de mercado que obstaculizan la entrada en nuevas líneas de actividad económica y en qué medida son específicos de cada país o producto. Particularmente en los países de bajos ingresos, los fallos del mercado abundan en la provisión de infraestructuras, la acumulación de capital humano, el establecimiento de redes comerciales y el funcionamiento de los mercados de factores, y la creación y gestión de ideas. La evidencia que proporciona el análisis de países y los estudios de casos muestra que las políticas "horizontales", como la mejora de la educación, las infraestructuras y el entorno institucional y regulatorio, mejorar el acceso a nuevos mercados de exportación, y las reformas estructurales (por ejemplo, la liberalización del comercio, la reducción de subsidios para la producción agrícola y controles de precios, el desarrollo financiero a través de las reformas en el sector bancario) han demostrado tener éxito a la hora de facilitar la diversificación, una renovación de los recursos en las actividades y la mejora de la calidad.

Cómo las medidas centradas en la industria y estrechamente focalizadas han ayudado a sostener los esfuerzos continúa siendo una pregunta abierta; los tipos más amplios de las políticas destinadas a resolver las deficiencias concretas del mercado (por ejemplo, los que facilitan la aglomeración industrial y proporcionar información para las industrias nacientes orientadas a la exportación; Harrison y Rodríguez-Clare, 2009) han desempeñado un papel en la promoción de la entrada de nuevas actividades económicas en los países en desarrollo. En la práctica, la heterogeneidad de experiencias de los países y las restricciones requiere un enfoque de políticas flexible, específico para cada país.

¿Qué papel desempeña la agricultura en esta investigación?

Las oportunidades de mejora de calidad son más fuertes en la industria, pero también existen en la agricultura. Las políticas de desarrollo no deben descuidar la agricultura, dado el alcance de la productividad y las ganancias significativas de calidad dentro de este sector y la importancia de la agricultura como fuente de empleo. Para muchos países de bajos ingresos, una gran parte de la población trabaja en la agricultura -por lo general el sector menos productivo- y la rápida diversificación hacia la industria seguirá siendo un reto. Por lo tanto, por los beneficios económicos de la diversificación para llegar al grupo más pobre, el desarrollo agrícola debería tener un papel más central.

Hay potenciales logros sustanciales potenciales en la productividad y la calidad en la transformación del sector agrícola mediante la promoción de productos agrícolas de alto valor, entrada de nuevos productos, y mejora de la calidad (por ejemplo, a través de la promoción de la transición de la agricultura de subsistencia a la producción para el mercado). En particular, las posibilidades de mejora de la calidad no se limitan a la fabricación: a medida que los países se desarrollan, la calidad de la fabricación y los productos agrícolas aumenta sustancialmente, con escalas de calidad que varían considerablemente entre productos en ambos sectores.

¿Cómo pueden los países desarrollar un equilibrio entre las políticas micro y macro en su plan de desarrollo económico?

Se necesita una actuación equilibrada. Las políticas macro deben ser la luz que guía las políticas a nivel micro; de lo contrario habrá confusión y desorganización con importantes ineficiencias en el proceso. Por eso, nuestro trabajo sugiere que los países tienen que pensar en una estrategia de desarrollo viable que pueda ser el ancla de todas las políticas micro que la puedan apoyar. Una vez que tienes una estrategia de desarrollo, por ejemplo para los próximos 5 años, lo único que queda es una buena aplicación y el trabajo duro. Sin un plan, especialmente en las economías en desarrollo, la vida puede ser caótica, confusa y muy improductiva.