Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social – CONEVAL (México), participó en el V NCID Research Workshop, organizado por el Navarra Center for International Development de la Universidad de Navarra y la Fundación Ramón Areces los días 6 y 7 de junio en Madrid.
Hernández Licona pronunció una conferencia sobre el uso de un indicador para medir la pobreza de forma multidimensional -acceso a la educación, sanidad, seguridad social, vivienda digna etc.-, que CONEVAL utiliza en México. Para esta medición se ha dado una coordinación entre los ministerios de Desarrollo Social, de Educación, de Salud, del Trabajo, de Finanzas, Economía y Agricultura, e incluso con el Banco Central, pues todos ellos tienen objetivos concretos para la reducción de la pobreza.
¿Por qué utilizan indicadores multidimensionales para medir la pobreza?
La pobreza es un fenómeno de varias dimensiones y varias caras. Hay que entenderla así y por tanto hay que medirla de este modo. Hay quien cree que aquella es un problema de falta de conocimiento (técnico) por parte de la población en pobreza para enfrentar sus retos. Pero la historia muestra con cierta claridad que la pobreza es más bien un problema de falta de derechos básicos, de derechos sociales. Es por eso que el Congreso mexicano decidió que se midiera con un enfoque tanto de derechos sociales como de ingreso. De esta manera, la pobreza se comprende mejor y se combate mejor.
¿Qué dimensiones se miden en concreto?
Las dimensiones que se incluyen en la medición de pobreza en México, tal y como lo determinó el Congreso fueron: ingreso de los hogares, rezago educativo, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, acceso a servicios básicos en la vivienda, acceso a calidad en la vivienda, acceso a la alimentación. Cada dimensión tiene umbrales, la mayor parte de ellos decididos por el Congreso en periodos previos.
¿Entre las dimensiones que miden se encuentran la inseguridad y la pobreza?
CONEVAL no ha medido esto, pero parece que el efecto puede ser importante. La inseguridad y la violencia reducen la inversión, lo cual reduce la capacidad económica para generar empleos.
¿Cuáles son los beneficios del enfoque multidimensional en la medición?
Una enorme ventaja de este enfoque es que la medición hace más visible el efecto de la política pública en la pobreza que una medición solo de ingresos. Por ejemplo, si una niña va a la escuela con una beca, esto disminuye la pobreza, a través de la dimensión de educación. Pero que un niño vaya a la escuela no incrementa el ingreso del hogar en el corto o medio plazo.
Es importante resaltar que el Congreso decidió que México tuviera una medición de pobreza multidimensional, pero también que hubiera una instancia independiente y autónoma que midiera la pobreza a nivel nacional, estatal y municipal: CONEVAL.
¿Cuáles son las mayores dificultades que se encuentran en este aspecto?
La medición pone en claro que la reducción de la pobreza depende tanto de la política social (niños en las escuelas, mejora de viviendas, acceso a salud y seguridad social, así como alimentación), como de la política económica (incremento de ingresos, salarios, empleo, crecimiento económico). La pobreza se reducirá más rápido en la medida en que ambas políticas sean efectivas al mismo tiempo.
Lo sorprendente es que hoy por hoy, el gobierno mexicano, así como varios gobiernos estatales, tienen como hilo conductor de su política social la medición de pobreza multidimensional que generó el CONEVAL en 2009.
¿Qué pueden aprender otros países de la implementación de políticas sociales que ha llevado a cabo México en los últimos años?
La nueva agenda de objetivos sostenibles recoge que todos los países reduzcan la pobreza multidimensional, de acuerdo con mediciones nacionales. Esto genera una gran oportunidad para todo el mundo: que cada país busque medir la pobreza multidimensional de acuerdo a su propia idiosincrasia. Hoy México, Colombia, Chile, Bhután… ya tienen una medición de pobreza de acuerdo a sus propios métodos. Ojalá que haya en el futuro cercano diversas iniciativas nacionales para medir progreso/desarrollo/pobreza, acorde con la visión de cada país.
La literatura apunta a que los países con unas estructuras institucionales débiles tienden a tener mayores problemas a la hora de impulsar su economía. ¿Cómo se ha combatido esto en México?
México sigue luchando para impulsar su economía. Hacen falta reformas que induzcan a una mayor generación de valor agregado. Una hipótesis que comparto es que México necesita cambios que fortalezcan los derechos individuales de todos y todas, que exista un ambiente de libertad económica, política y social que propicie la innovación y la creatividad, partiendo de un piso mínimo para todos y todas. Hay mucho por hacer. Creemos que una medición de pobreza multidimensional es un paso en la dirección correcta.