Stefania Fabrizio, del Fondo Monetario Internacional, participó en el V NCID Research Workshop, organizado por el Navarra Center for International Development de la Universidad de Navarra y la Fundación Ramón Areces los días 6 y 7 de junio en Madrid. Impartió una conferencia titulada ‘De la ambición a la ejecución: políticas en apoyo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible’.

Stefania Fabrizio es subdirectora de la División de Políticas de Gasto del Departamento de Finanzas Públicas del Fondo Monetario Internacional (FMI). Anteriormente trabajó en el Departamento de Estrategia, Políticas y Revisión, en el Departamento de Europa y del Departamento de África. Entre sus campos de investigación se encuentran el gasto público, las instituciones fiscales, riesgos y vulnerabilidades macroeconómicos, la competitividad externa y el desempleo.

¿Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son alcanzables? Qué cuestiones resultan prioritarias?

Los objetivos son ambiciosos; tienen la visión de que el desarrollo necesita ser económicamente, socialmente y medioambientalmente sostenible. Alcanzar estos objetivos requiere llevar a cabo acciones en una amplia gama de cuestiones tanto en el nivel nacional como internacional.

En los países, los gobiernos deben esforzarse por crear un entorno macroeconómico sano y acometer medidas para un crecimiento fuerte y sostenible. Los esfuerzos deberían centrarse en la construcción de instituciones fuertes para fomentar la confianza de los inversores; reforzar las finanzas públicas; asegurar un gasto público eficiente y bien definido; invertir en infraestructuras; mantener la sostenibilidad de la deuda; desarrollar los mercados financieros y favorecer su acceso a la vez que se salvaguarda la estabilidad financiera; y promover la inclusión y la sostenibilidad medioambiental. Los gobiernos también necesitan identificar sus objetivos clave de desarrollo y formas sostenibles de financiar su consecución.

En un mundo cada vez más interconectado se dan riesgos elevados de producir efectos secundarios, de modo que los esfuerzos del desarrollo nacional también necesitan ser apoyados por la generación de una resiliencia macroeconómica, con adecuados amortiguadores fiscales y de reservas de divisas para afrontar los impactos externos.

Globalmente, un marco externo propicio con estabilidad económica y financiera, y con comercio y flujos financieros estables, también es crucial para que prosperen los esfuerzos de desarrollo de los países. Se requiere cooperación internacional para lograr coherencia en las políticas macroeconómicas entre los países; para asegurar que las regulaciones financieras en los principales centros financieros se configuran de forma apropiada, son mutuamente consistentes y se implementan con rigor; y para construir una fuerte red de seguridad financiera global que proporcione la confianza  de que se pueden atender las necesidades de liquidez no previstas.

En los últimos años se ha puesto en boga la cuestión de la “inclusión financiera” (micrcréditos, microfinanzas…). ¿Cómo se puede integrar este enfoque en los Objetivos de Desarrollo?

La inclusión financiera promueve el desarrollo y puede ayudar a abordar la desigualdad de renta y género. La evidencia empírica sugiere que los sectores financieros que están más desarrollados y proporcionan un acceso más amplio a los servicios financieros a empresas, hogares y mujeres son más propicios para el crecimiento económico. El acceso financiero, sin embargo, solo es un paso provisional, en la medida en que conseguir los beneficios completos de la inclusión financiera depende de que los hogares y las empresas hagan un buen uso de una gama de servicios financieros asequibles y efectivos, lo que va de la mano de la educación financiera y la protección del consumidor. Asimismo, un acceso financiero más amplio puede entrañar riesgos para la estabilidad financiera y macroeconómica, subrayando la importancia de un proceso gradual y bien regulado para minimizar riesgos.

¿Cómo puede el Fondo Monetario Internacional integrar una “visión holística del crecimiento” en su investigación?

El Fondo Monetario Internacional está posicionado de forma única para apoyar a los países a perseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Con su perspectiva crítica hacia la macroeconomía y a la pertenencia global, el Fondo Monetario Internacional puede trabajar directamente con sus países miembro y contribuir a asegurar un entorno global que apoye y haga posible el desarrollo sostenible. Reconociendo la necesidad de una visión holística del crecimiento, el equipo del Fondo ha desarrollado recientemente investigación orientada a las políticas en numerosas cuestiones de desarrollo, entre ellas:

El papel de la diversificación y la transformación estructural en la contribución al crecimiento sostenido en los países en desarrollo –y las políticas que se necesitan para apoyar este cambio-. Entre las medidas clave se necesitan: políticas para reforzar las infraestructuras de una manera rentable; apoyar el desarrollo financiero; e impulsar la productividad agrícola.

Incrementar la inclusión económica, de género y financiera –a través de medidas de impuestos y gasto que fomenten el papel redistribuidor de las políticas fiscales a la vez que minimizan sus efectos en los incentivos para trabajar y ahorrar, medidas para incrementar el acceso a los servicios financieros a la vez que se preserva la estabilidad financiera, y reformas para promover la participación económica.

Promover la sostenibilidad medioambiental reformando los precios de la energía y el agua y fomentando la resiliencia a los acontecimientos relacionados con el clima.

El cambio climático y medioambiental tiene una fuerte presencia en los Objetivos de Desarrollo (especialmente después de Río+20). ¿De qué modo puede la investigación sobre economía de desarrollo contribuir a los objetivos relacionados con esta cuestión?

Reformar los precios de la energía y generar resiliencia frente a los acontecimientos climatológicos podría ayudar considerablemente a la sostenibilidad medioambiental. Eliminar los subsidios de energía y fijar el precio de la energía a través de los impuestos de carbono también puede proporcionar ingresos sustanciales que se pueden emplear para reducir otros impuestos más distorsionados. A través de estos efectos incentivadores, el precio del carbono también puede ayudar a movilizar las finanzas privadas hacia actividades de mitigación y estimular la innovación que se necesita para abordar los retos del clima.

El proceso del cambio climático lleva camino de tener un impacto económico en muchos países, poniendo en peligro de forma particular a un gran número de países de renta baja y a Estados que son pequeñas islas. Las políticas macroeconómicas en estos países deberán ser calibradas para acomodarse a impactos más frecuentes de la meteorología, lo que incluye construir un espacio de políticas para responder a dichos impactos, y se requerirá mejorar la calidad de las infraestructuras para promover la resiliencia económica.