Más de veinte años después del final del conflicto armado interno, Guatemala aún está lejos de alcanzar la paz. Pandillas, cárteles del narcotráfico, entre otros agentes del crimen organizado, se mantienen en formas más o menos estructuradas de lo que el historiador Robert H. Holden llama “violencia pública”. Algunos de esos grupos aparecieron en el país durante las últimas dos décadas, como resultado de una transición irregular después del acuerdo de paz entre el gobierno y las guerrillas en 1996, y mantienen estructuras paralelas al Estado. Otros son, directa o indirectamente, más longevos. Lo que tienen en común son algunas raíces históricas y precedentes que pueden remitirse al conflicto armado (1960-1996) y sus consecuencias institucionales, políticas, sociales y de orden público, la transición a los gobiernos civiles en 1986, la revolución a mediados del siglo XX, e incluso el primer siglo tras la independencia del país en su aventura republicana o los tiempos de la colonia. Sin embargo, a pesar de que el repaso histórico puede dividirse en períodos, éste también implica fenómenos continuos, como la desigualdad y la pobreza, una multietnicidad no asumida, los roles de los caudillos y del Ejército, instituciones débiles, la distribución desigual de la tierra, las cambiantes relaciones con Estados Unidos, o el contexto regional. Esos fenómenos, junto con su relación con las características de cada etapa, permiten aproximarse a lo que ocurrió entonces y, por tanto, a entender con perspectiva histórica lo que sucede en la actualidad.
OP03/2019
Autores
Raíces históricas y evolución de la violencia pública en Guatemala
Resumen
Palabras clave
Violencia pública; Guatemala; Historia; Conflicto armado; Crimen organizado