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30 de Abril, 2018
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Escrito por NCID

Un total de 4.3 millones de inmigrantes llegaron a uno de los 28 países miembro de la Unión Europea (UE) en 2016. De todos ellos, dos millones provenían de fuera de la UE, con culturas e identidades diversas. Además, en el año 2015 más de un millón de refugiados llegaron a europa provenientes en su mayoría, en un 80%, de Afganistán, Irak y Siria. Otros arriesgan su vida por llegar a las costas del Mediterráneo en Europa huyendo de los abusos a los derechos humanos en sus países de origen en África.

Con el incremento de la llegada de inmigrantes ha crecido el apoyo a políticos anti-inmigración. La pregunta es: ¿qué debemos hacer para integrarlos en nuestra sociedad? “Este debate es acerca de si los inmigrantes deben adoptar la identidad nacional o si deben ser permitidos formar sus propias comunidades y retener su identidad. Es también un debate acerca de si deben vivir dispersos o concentrados en un sólo barrio”, asegura Zakki Wahhaj, profesor en la Universidad de Kent que vino a presentar su investigación, Social Diversity and Bridging Identity, el pasado lunes 30 de abril en la Universidad de Navarra.

“El motivo por el cual comenzamos este proyecto fue porque vimos que en el argumentario popular faltaba un tema importante: quizá la mayoría de la población debería tomar acción para asegurar una integración satisfactoria”, añade Wahhaj. Su estudio explora bajo qué condiciones la diversidad social incrementa el potencial para el conflicto o la armonía social.

La investigación recoge tres resultados. El primero es que dependiendo del ritmo de adaptación, la inmigración puede crear grupos culturales mixtos o mayor segregación en base a la cultura. En segundo lugar predice que los descendientes de inmigrantes pueden estar en peor lugar que sus padres si ellos, que tienen una identidad diversa, se unen a un grupo cultural segregado. Por último el estudio revela que un efecto negativo temporal en una identidad diversa puede causar un proceso de segregación en grupos que ya habían conseguido una diversidad cultural.