94 millones de niños han dejado de trabajar desde el comienzo del nuevo siglo. La Organización Internacional del Trabajo asegura que “nos movemos en la buena dirección”, pero aún queda mucho por hacer. En 2016 todavía había 152 millones de niños de entre 5 y 17 años trabajando, con un 71% de ellos haciéndolo en el sector agrícola. ¿Qué condiciones pueden determinar el futuro panorama del trabajo infantil alrededor del mundo?

Alberto Posso, profesor asociado en el International Trade and Development Research Group de RMIT Melbourne, mira al cielo cuando le hacen esta pregunta. El pasado 12 de marzo presentó en la Universidad de Navarra su investigación Child Labour and Weather Shocks: Panel Data Evidence from Vietnam. “Este estudio analiza cómo el cambio climático puede incrementar el trabajo infantil en el futuro”, dice Posso.

Vietnam es uno de los cinco países más vulnerables al cambio climático y uno de cada diez niños vietnamitas están trabajando. “Observamos la cantidad de lluvia caída en una región de este país y la comparamos a las decisiones tomadas en cada familia, ya sea que los niños entren o dejen el mercado laboral”, explica Posso.

Los resultados muestran que en aquellos hogares donde se experimenta una lluvia superior a la esperada hay más probabilidades de que los niños vayan a trabajar. Estos trabajarán en el sector agrícola o en las tareas domésticas, siendo las niñas las más relegadas a esta segunda opción, la cual no es remunerada y limita su futuro profesional.

Además, la investigación analiza también el efecto de grandes sacudidas, “en las que la lluvia no es sólo superior a la media, sino muy, muy superior”, clarifica. “En esta situación encontramos que los niños son menos propensos a trabajar en el sector agrícola y más en actividades no agrícolas como podría ser la artesanía”.

Posso recomienda al gobierno de Vietnam tomar pequeñas medidas para evitar el incremento del trabajo infantil en el país. Primero asegura que se deberían eliminar las restrictivas leyes que limitan la libertad de movimiento en el trabajo, por las cuales un trabajador sólo puede trabajar en su región. Segundo, argumenta que se debería ofrecer créditos a aquellos que necesiten contratar más personal y por último afirma que se debería emparejar los planes de seguro a aquellas áreas más vulnerables al cambio climático.