En 2021, alrededor de 800 millones de personas en el mundo en desarrollo carecen de acceso a la electricidad. Aunque permitir el acceso universal a la electricidad para 2030 es el Objetivo de Desarrollo Sostenible nº 7 de la ONU, y a pesar de los esfuerzos de muchas instituciones, ONG y empresas privadas para reducir la pobreza energética, alcanzar este objetivo sigue siendo un reto costoso. Además, los métodos tradicionales de generación de electricidad suelen implicar el uso de combustibles fósiles que contribuyen al cambio climático.
Sobre este tema ha hablado el investigador Raúl Bajo-Buenestado en una entrevista en Radio Africanía: "Tres cuartas partes de las 800 millones de personas que carecen en el mundo de acceso a la electricidad están en África Subsahariana. Estimamos que hacen falta unos 50 billones de inversión al año hasta 2023 para cumplir el objetivo de las Naciones Unidas, por lo que creo que no se va a conseguir, ha explicado Bajo.
El investigador de la Universidad de Navarra ha explicado que existen diferentes opciones para generar electricidad en los países en vías de desarrollo: sistemas centralizados a través de una red nacional, soluciones descentralizadas con la ubicación de paneles solares en los propios hogares e intermedias con generadores para abastecer a varios pueblos a la vez.
"Estamos hablando de tecnologías solares, pero también de generadores de gas natural, centrales térmicas o de presas que permitan regular el agua con plantas hidroeléctricas. Hay que ver cuál es la alternativa de menor coste en cada caso teniendo en cuenta los recursos disponibles, la densidad de población, la existencia de una red nacional propia, las necesidades de la población y los posibles conflictos entre los intereses locales y nacionales sin olvidar el tema medioambiental", ha detallado en Radio Africanía Raúl Bajo.
El también profesor de Economía de la Universidad de Navarra ha asegurado que "un debate muy interesante es si hay que aprovechar la brecha energética para promover energías más medioambientales en África desde el principio, pero también hay que tener en cuenta que este es un reto que quizás puede ser muy grande para estos países".
Por último, Bajo también ha explicado la investigación que lidera en Tanzania: "Hemos visto que en diez años se han duplicado las redes pequeñas de generación eléctrica porque el sistema nacional es precario y se ha visto que en zonas remotas las soluciones descentralizadas pueden ser una buena opción. También hemos detectado que allí donde se han instalado estas pequeñas redes ha aumentado la luminosidad y eso quiere decir que la población está teniendo un mayor acceso a la electricidad".