Esta columna de opinión fue originalmente publicada el 2 de diciembre de 2019 en la sección Planeta Futuro del diario El País. El autor es el investigador junior del Navarra Center for International Development Iván Kim. A continuación se reproduce parcialmente. Puede consultar el artículo original aquí.
El Nobel de Economía al trabajo de Banerjee, Duflo y Kremer abrirá las puertas de instituciones públicas y privadas a muchos otros interesados en hacer de este mundo un lugar más justo y digno
Cada año nos gastamos 100.000 millones de dólares en ayudas oficiales al desarrollo para combatir la pobreza. Esta cantidad no incluye las donaciones privadas de las distintas organizaciones que trabajan incansablemente en los lugares más recónditos del mundo. Pero ¿han sido efectivas estas ayudas? Nunca sabremos esta respuesta porque no sabemos qué hubiese ocurrido sin ellas. Algunos dicen que sí porque proveen a países necesitados de distintas herramientas para combatir sus achaques, mientras otros dicen que aumenta la dependencia y la corrupción.
Este pasado 14 de octubre el Banco Nacional de Suecia decidió premiar a tres profesores pioneros que se propusieron encontrar cuáles son las soluciones más efectivas y rentables y revolucionar así el sistema de ayudas al desarrollo. Esther Duflo, Abhijit Banerjee y Michael Kremer explotaron el método experimental de ensayos de control aleatorio que permite estimar el impacto de una acción al crear dos grupos. Al ser aleatorios, estos grupos son estadísticamente iguales y la única diferencia entre ellos es que uno recibirá el tratamiento y el otro, no. Por tanto, cualquier discrepancia entre ambos grupos al final del experimento se puede atribuir, con un intervalo de confianza bastante alto, a la intervención y no a otros factores que podrían afectar a ambos grupos como el contexto macroeconómico del país o un desastre natural.
El premio Nobel de Economía recayó en los tres por su “enfoque experimental para aliviar la pobreza global”, como anunció el comité. Duflo y Banerjee son profesores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, en sus siglas en inglés) y Kremer de la Universidad de Harvard y han revolucionado la investigación de la economía del desarrollo. Duflo es apenas la segunda mujer y la persona más joven en ser laureada con este galardón desde que se creara en 1968. A sus 46 años la economista francesa ha revolucionado el campo de la investigación de la economía del desarrollo junto con su actual pareja, Banerjee, y Kremer, quienes codirigieron la tesis de la joven Duflo junto con el también economista Joshua Angrist.
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