Si naces en Estados Unidos y tu hijo va a un colegio público en Primaria puedes estar seguro que en su clase tendrá de 10 a 25 compañeros. Si eres padre en India este ratio solo lo encontrarás en tres de cada diez colegios, mientras que en uno de cada diez puede haber hasta 80 alumnos por profesor. La desigual distribución de profesores se plasma en los resultados académicos globales, que podrÃan mejorar con una distribución más equitativa.
Estos son los resultados de la investigación Misallocation of State Capacity? Evidence from Two Million Primary Schools, liderada por Torsten Figueiredo Walter, doctorando en el London School of Economics (LSE). Walter presentó su estudio durante la visita al Navarra Center for International Development el pasado viernes 18 de febrero. El estudiante vino invitado tras ser entrevistado en Nápoles durante el primer congreso de contratación de la Asociación Europea de EconomÃa el pasado mes de diciembre.
La investigación cubre un total de 86 paÃses y analiza la proporción de alumnos por profesor, la localización de los colegios y el rendimiento de los alumnos. "Encuentro que la variación en el ratio de alumnos por profesor se correlaciona negativamente con los resultados económicos, incluso añadiendo controles de ingresos, población y ratio agregado de alumno-profesor. Esto ocurre tanto a través de distintos paÃses como de distintos distritos dentro de un mismo paÃs. Todo sugiere que podrÃan haber beneficios si se distribuya a los profesores de manera más equitativa", dijo Walter.
La mala gestión de los recursos del Estado podrÃa por lo tanto tener un efecto en la educación de miles de niños, quienes se verÃan en una desventaja en comparación con otros conciudadanos. Walter condujo su investigación mirando a las bases de datos de los Ministerios de Educación de los paÃses que cubre. Al comparar los datos en paÃses desarrollados y en desarrollo, aparecieron diferencias visibles. "Las proyecciones de mi modelo seugieren que los beneficios de una reasignación de profesores serÃan sustanciales en paÃses con rentas bajas, pero prácticamente nulos en paÃses de rentas altas. Con todo, esto sugiere que hay una mala distribución de profesores y probablemente de otros recursos educativos en paÃses en desarrollo que obstaculiza la educación de los jóvenes", concluyó.