Aunque generalmente no se le considera una región de oportunidades para invertir, la situación está cambiando en el África subsahariana, gracias a iniciativas públicas y privadas.
El sector privado puede ayudar "a crear el mercado o a aterrizar en él", dijo Carlos Reyes, director de la Corporación Financiera Internacional, en su sesión Destacando la oportunidad para la inversión del sector privado en el África subsahariana, organizada el 20 de septiembre por el Navarra Center for International Development.
Hablar del África subsahariana implica la mayoría de las veces hablar sobre los problemas que muestran los medios: inestabilidad política y social, guerra, inanición, etc. Según Reyes, aunque esos problemas existen, los medios han creado una narrativa y algunos mitos sobre qué es la región realmente. Esa narrativa olvida las características y los avances económicos, políticos y sociales que deberían motivar la inversión en diferentes sectores que, a su vez, podrían promover el desarrollo.
África, por ejemplo, es el continente que crecerá más en términos de población y porcentaje de población en edad de trabajar (casi 225 millones por 250 y 40% para 2100, respectivamente), y, mientras tanto, el África subsahariana está viviendo su más reciente proceso de urbanización. A través de la inversión, ambas situaciones, como la creciente clase media en la región, podrían estar orientadas al desarrollo socioeconómico. Además, frente al estereotipo de volatilidad permanente, hay países tanto en el mercado anglófono como francófono que han fortalecido sus democracias y el entorno empresarial, como Sudáfrica, Nigeria o Senegal.
Por otro lado, hay dificultades, como admite Reyes. El populismo, que podría afectar al sector privado; la geografía, a veces problemática; la falta de infraestructura; la generación de energía estable y confiable y los costos de transporte son los principales obstáculos para la inversión que él señala, y representan un desafío para una región que es una potencial fábrica bienes y servicios.
Teniendo en cuenta tanto las oportunidades como los obstáculos, Reyes argumentó que hay sectores óptimos para la inversión en el África Subsahariana, como las telecomunicaciones y los servicios de información, debido al aumento general en su uso. Otros sectores incluyen el sector eléctrico, debido al aumento en la demanda de energía; productos y servicios de consumo, debido a la creciente demanda de la boyante población de clase media, y los servicios financieros, como ejemplo de un mercado en desarrollo que podría ayudar a una transformación estructural en la región.