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17 de Agosto, 2021
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Escrito por NCID

Las remesas del extranjero suponen de media un 10% del PIB de la región de Centroamérica, una importante fuente de ingresos a pesar de variar drásticamente entre países –– en El Salvador representó el 20,9% del PIB mientras que en Costa Rica un 0,84% en 2019––. La importancia económica de las remesas hace que fenómenos externos imprevistos como la pandemia del coronavirus pongan en riesgos los ingresos previstos por las naciones centroamericanas. Es por ello que es necesario un modelo fiable para poder proyectar el flujo de remesas y reducir la incertidumbre para las autoridades monetarias y los presupuestos de los países, así como para inversores y demás agentes económicos.

El investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo Regional (CINDERE), Luis Rodrigo Asturias, ha realizado una investigación para encontrar el modelo que mejor se adapte a cada país. Los resultados se muestran en el articulo científico que publica como co-autor en el número 11 de la Revista Perfiles Económicos de la Universidad de Valparaíso de Chile: Remesas familiares y el COVID-19: eficiencia en los pronósticos para reducir la especulación en la región centroamericana. En él utiliza el modelo ARIMA de predicción y el derivado estacional SARIMA para predecir el comportamiento de las remesas y descubre que el pronóstico se desvía del valor real en un 8,4% de promedio y menos de una desviación estándar.

En todo caso, a pesar de una desalarecación incial al comienzo de la pandemia, el valor real ha sido superior de media al pronóstico, por lo que indica que las remesas son robustas y evidencia la conexión entre los centroamericanos residentes en el exterior, principalmente en Estados Unidos, con su país de origen.

Pueden visitar esta y otras publicaciones en la web del CINDERE.